�Feliz d�a, mam�!
Esther M. Arjona
Amanec�a, y mientras una gran cantidad de madres e hijos segu�an durmiendo ese 8 de diciembre, yo ten�a que levantarme para cumplir con un compromiso. La serenata a la Virgen empezaba desde las seis de la ma�ana. Afortunadamente el turno de mi agrupaci�n era pasadas las siete.
Con un poco de mal humor por la madrugadera, me acerqu� a la puerta de la iglesia que estaba repleta, cuando de repente se me acerca un ni�o con una rosa y con gran entusiasmo y me dice ��Feliz d�a, se�ora!�.
�Lo que me faltaba!, dije para mis adentros. Saqu� una sonrisa que m�s bien pareci� mueca y le dije al ni�o: �no, gracias�. Ni siquiera atin� a quedarme con la rosa, como hicieron algunas de mis compa�eras en la misma situaci�n.
�Habr� usted visto? Me sent� totalmente indignada con la confusi�n. �Acaso tengo cara de mam�?
Lo siguiente fue pensar �C�mo tienen la cara las mam�s?
Un par de d�as despu�s record� un encuentro que me ayud� a redondear un poco los pensamientos.
Me encontraba almorzando en un restaurante donde tambi�n almorzaba un grupo grande, al parecer, una familia. El ni�o m�s peque�o corr�a alrededor de las mesas mientras los hermanos, un poco mayorcitos, estaban junto con la madre y la abuela sentados esperando el men�.
Una voz se me hac�a familiar, as� es que afin� la vista y efectivamente, se trataba de una compa�era de universidad que abandon� la carrera luego de casarse.
�Hola, cu�nto tiempo sin verte�, nos saludamos con mucho cari�o y viendo al ni�o corriendo le pregunt� ��es hijo tuyo?� a lo que me respondi�: �S�, es el menor. Estos son los otros dos, mira, �l es el mayor�, me dijo se�alando a un adolescente que ya la hab�a superado en estatura.
Me qued� sin respiraci�n por unos instantes y no atin� a decir m�s que �wooow�.
�Tanto tiempo ha pasado as�? Es algo que no se puede negar ni esconder. Si a los 20 a�os de edad hubiese tenido un hijo, como mi amiga, ese chico ya tendr�a 15 a�os.
Entonces, he perdido total derecho de enfadarme con aquellos ni�os que tienen el oficio de repartir flores a aquellas que consideren posibles madres.
A esto, debemos sumarle otro elemento. Mi amiga estaba igual de guapa y arreglada. Claro est�, el tiempo ha pasado, pero para ella, al igual que para muchas mujeres m�s, la maternidad no ha representado ni abandono ni falta de juventud.
Entonces, �por qu� nos molesta tanto que nos digan mam� por la calle?
Tal vez sea tiempo de que nosotras mismas nos olvidemos de los viejos estereotipos de las madres ancianas, ajadas y adem�s rega�onas.
Algunas mam�s que conozco tambi�n merecen el apelativo de mamacitas, y lo tienen muy bien ganado, pues cuando terminan con todos aquellos trajines profesionales, tienen que comenzar con todos los otros que hacen que sus hogares marchen como deben. �Y todav�a tienen tiempo para consentirse ellas mismas! La verdad, me quito el sombrero. Ojal� que cuando me llegue el turno logre hacerlo tan bien como ellas.
As� es que, veremos qu� pasa este a�o, pues aunque prefiero no recibir felicitaciones adelantadas, prometo no molestarme si alguien se topa conmigo este 8 de diciembre y me dice �Felicidades!
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