Publicado el viernes 19 de octubre de 2007
  Edición No. 918
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EL PERSONAJE
Marcela Paredes de VÁsquez,
La ingeniera, la primera rectora

La rectora electa de la Universidad Tecnológica de Panamá por un período de cinco años a partir de 2008, tiene como meta principal convertir esta casa de estudios en un centro líder en el campo tecnológico de toda la región.

Esther M. Arjona

Su primer encuentro con la Universidad Tecnológica de Panamá fue en el año 1980. En ese año, Marcela Paredes [actualmente de VásquezI, inició como estudiante su carrera en ingeniería electromecánica. No fue la primera en obtener un título de ingeniería en esa especialidad, pero se podían contar con los dedos.

‘Las primeras mujeres en ingeniería empezaron en el ramo de civil en Panamá y se graduaron a inicios de la década de 1960. Mi generación, que termina a mediados de 1980, había tenido la experiencia de ver varias generaciones de mujeres graduarse en diferentes campos de la ingeniería’, recuerda de Vásquez.

‘Electromecánica era una carrera con menos participación femenina; hoy sigue siendo un campo en el que ingresan en mayor número hombres que mujeres’, dice. ‘Pero siento que la Universidad Tecnológica siempre ha tenido un ambiente muy amplio en cuanto a la participación de mujeres en las áreas consideradas tradicionalmente masculinas. No sentí que el género fuera limitante para alcanzar mis metas académicas en ese momento. Hoy hay más chicas que en nuestra época y suelen ser las líderes de sus grupos, lo cual es significativo’.

Aunque la población estudiantil masculina de la UTP supera en proporción 2:1, usualmente las mujeres muestran su liderazgo.
LA PRENSA | Archivo

Y de Vásquez, definitivamente, fue líder desde sus tiempos de estudiante.

Ya en 1983 trabajaba como asistente docente y con la consecución de su título en ingeniería mecánica, pasó a ser instructora a tiempo completo.

Desde entonces, se ha mantenido activa en el campo académico, estudiando una maestría en ciencias de ingeniería eléctrica de potencia, en el Instituto Politécnico de Rensselaer en Nueva York, gracias a una beca Fulbright, cursos de postgrado en el Instituto Argentino de Capacitación en la Rama Eléctrica en Buenos Aires y estudios de postgrado de la Universidad Tecnológica de Panamá, en el área de control, potencia y alta gerencia.

Y en el área de la docencia, asumiendo cargos que poco a poco la han ido preparando para el más reciente proyecto en el que se ha embarcado: regir académicamente los destinos de la UTP.

¿Siendo estudiante asistente pensó en algún momento que iba a ocupar el cargo de rectora?

‘No mira’, contesta con toda naturalidad. ‘Cuando inicié mis estudios no pensaba dedicarme a la docencia, aunque toda la vida me ha interesado ese campo, tuve familia muy temprano, me casé muy temprano, el factor familiar influenció mi decisión de permanecer en el mundo de la docencia. Mis hijos estaban pequeños (tiene cinco hijos) y la universidad y la docencia parecían combinarse mejor con la etapa inicial de formación de mis hijos’.

La ingeniera Vásquez, así es conocida la rectora de la UTP para el periodo que comienza en 2008.

Sin embargo, no hay un rastro de arrepentimiento por el camino tomado.

‘No esperaba llegar a ocupar el máximo cargo de esta universidad, he estado siempre trabajando por la educación y siento que es una gran responsabilidad, pero que fomentando el trabajo en equipo y aprovechando las mejores capacidades de las personas que están en la universidad puedo asumirlo’, afirma la ingeniera.

> La universidad

No se trata de cualquier cosa. La UTP representa una institución con un presupuesto de más de 50 millones de dólares al año, en la que estudian 15 mil estudiantes, y con un recurso humano que está alrededor de las 3 mil personas en el ámbito nacional. Considera de Vásquez que ‘es una institución grande, un reto importante el de llevar adelante la institución, manteniendo la posición y la imagen que ha tenido y que se ha venido fortaleciendo en los últimos años y que se debe mantener en esa dirección para aportar a todo ese desarrollo de ciencia y tecnología que consideramos vital para Panamá’.

La UTP ha tenido un cambio trascendental en estos veintitantos años. La institución que en 1981 aún era conocida como el Instituto Politécnico, una dependencia de la Universidad de Panamá, ha visto en ese tiempo la consecución de su propio campus, el desarrollo de infraestructura propia, una ampliación de su matrícula en forma significativa, el desarrollo de nuevas áreas académicas y la incorporación de estudiantes en nuevas carreras.

Además, se ha fortalecido el área de investigación y extensión. ‘Yo diría que la universidad actual y aquella en la que yo ingresé tienen muchísimas diferencias, afortunadamente para mejor. La universidad ha crecido mucho, y creo que en la actualidad tiene su propia identidad, ha logrado encontrar su espacio dentro de la educación superior panameña, y está claramente identificada, lo cual en la década de 1980 era una realidad diferente’.

Claro está, la realidad de país también ha cambiado y es a estos cambios a los que debe responder una universidad.

> Panamá y la ingeniería

‘Panamá siempre ha sido un país que ha caminado a la vanguardia en el campo de la ingeniería’, señala de Vásquez, y esto, quizás por el hecho de que en Panamá se desarrollara una de las más importantes obras de ingeniería a principios del siglo pasado: el Canal de Panamá. ‘El desarrollo ingenieril de nuestro país ha sido de vanguardia’.

De acuerdo con de Vásquez, este desarrollo ha sido palpable en el campo de la construcción, de la ingeniería eléctrica y en el campo de las telecomunicaciones; y en la actualidad esto sigue siendo una realidad que podemos ver en todos los proyectos que actualmente se están realizando en el país. ‘Estos proyectos tienen un componente tecnológico importante y las perspectivas que tenemos a futuro nos indican que esa realidad se va a seguir presentando; por lo tanto, la necesidad de seguir formando en el campo tecnológico es muy marcada’, asegura la futura rectora.

De Vásquez considera que el futuro del país debería orientarse a mejorar su plataforma científica y tecnológica, y buscar en esa plataforma la opción de desarrollar industrias que generen conocimiento y produzcan riqueza en forma sostenible de manera más equitativa, pero está consciente de que esto depende básicamente de la educación y de la orientación hacia ciencia y tecnología de todo el sistema educativo panameño.

Esto implica establecer que el aprendizaje no debe basarse en memorización, pues actualmente hay demasiada información como para poder retenerla toda. Debe más bien basarse en el análisis de esa información y cómo sacar provecho de ella.

‘El miedo a las matemáticas, por ejemplo, pienso que se da porque los mismos maestros no la dominan y lo primero que te inculcan es que tengas mucho cuidado porque es bien difícil’, considera de Vásquez.

> Ser parte del cambio

Un primer acercamiento a las actividades políticas del mundo académico, participando como candidata a decana de Ingeniería Eléctrica y que resultó exitoso, la hizo considerar lanzarse en esta ocasión por la rectoría.

‘La oportunidad de ocupar posiciones que involucran tomas de decisión dentro de la institución, para mí es muy valiosa porque me da la ocasión de poder llevar adelante las ideas que tengo sobre cambios, cómo hacer las cosas, poder llevar a la acción los planes que siempre he considerado que pueden desarrollarse dentro de la institución. Es un reto, por supuesto, pero se toma con todo el ánimo de aportar en el área de la educación que es un campo que me apasiona’, sostiene de Vásquez.

Obviamente, también tiene que gustarle la política. ‘Es estresante y es intenso, pero hasta el momento he podido salir adelante .

Es fundamental el apoyo de la familia. Gracias a Dios a mi esposo le gusta que yo me involucre con esto y mis hijos también lo disfrutan. Sin su apoyo no podría hacerlo.

> Ambiciones

Vásquez se ha impuesto como metas terminar de consolidar la operación de la universidad en su nuevo campus. Quedan por trasladarse los departamentos de investigación y los talleres técnicos que aún funcionan en la extensión de Tocumen. ‘Siento que los próximos cinco años deben permitirnos también hacer la inversión para potenciar así la vinculación academia- investigación’.

En cuanto a los investigadores, la institución está apostando en la formación de alrededor de 70 investigadores y docentes en 50 de las mejores universidades del mundo, en niveles de doctorado y maestría.

‘Ellos van a estar regresando al país en un par de años, y el preparar un ambiente para que todo ese recurso humano pueda llegar y desarrollar todo lo que han adquirido en esa formación es un reto muy importante.


 
 
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